Historia Burning Crusade - Elfos Sangrientos -

Durante la Tercera Guerra, el malvado Príncipe Arthas invadió Quel'Thalas y redujo a escombros y cenizas al el que en otra época fue un poderoso reino. Su ejército de no-muertos exterminó a casi el noventa por ciento de la población de elfos nobles. Además, utilizó las energías de la Fuente del Sol para resucitar a Kel'Thuzad, un poderoso exánime no-muerto, y de paso contaminar las aguas místicas de la Fuente. Los escasos supervivientes, al darse cuenta de que les habían apartado de la fuente de su poder arcano, se volvieron cada vez más desesperados e intranquilos.
Justo en el peor momento para los elfos llegó Kael'Thas Sunstrider, el último del linaje real de Quel'Thalas. Kael, como era comúnmente conocido, sabía que lo que quedaba de su pueblo no sobreviviría mucho tiempo sin alimentarse de la magia que antes les daba fuerza. Dió a su pueblo el nombre de elfos de sangre en honor de sus compatriotas caídos, les enseñó a absorber las energías místicas ambientales (incluso las demoníacas) para poder saciar su terrible sed de magia. En busca de un nuevo destino para su pueblo, Kael'Thas se aventuró en el lejano mundo de Terrallende, donde se encontró con elfo de la noche caído, Illidan. Bajo su tutela, Kael y sus elfos de sangre han recuperado gran parte de su antiguo poder.
Por desgracia, su costumbre de abrazar energías demoníacas tuvo como resultado que sus antiguos camaradas de la Alianza los expulsaran de la misma. Por esta razón, los elfos de sangre que se quedaron en Azeroth acudieron desesperados a la Horda para que les ayudasen a llegar a Terrallende, para reunirse con Kael'Thas y alcanzar el glorioso destino que les prometió.
1 Comments:
Cual es el glorioso destino que les prometió?
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